En Chile hay cientos de lugares encantadores. En algunos, pasar unos días es como viajar a través del tiempo, y en otros, se siente casi como visitar otro planeta.
 
Actualmente, en el país existen 6 lugares que gracias a su riqueza cultural e histórica, han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
 
Esto los convierte en un lugar donde se preserva el patrimonio del país y donde el turismo se convierte en una experiencia llena de aprendizajes e inmersiones a nuestras raíces. 

1. Barrio histórico de Valparaíso

Debido a su riqueza arquitectónica desarrollada principalmente a finales del siglo XIX, en 2003 su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, convirtiéndose en el tercer sitio chileno protegido por el organismo internacional.
 
La ciudad colonial de Valparaíso constituye un ejemplo notable del desarrollo urbano y arquitectónico de América Latina. 
 
Valparaíso es una ciudad-puerto, con una población que supera las 300.000 personas, y su centro histórico principal en lo que llaman “el plan” (plano), donde se ubican los principales edificios históricos y plazas.
 
Una de las plazas más concurridas y desde donde se pueden comenzar las caminatas por la ciudad es la Plaza Sotomayor, frente al Muelle Pratt. En el muelle es posible observar parte del puerto y tomar alguna pequeña embarcación para recorrer la costa.

2. Iglesias de Chiloé

La Isla de Chiloé es un destino para turistas que vienen de todas partes para aventurarse en un territorio de bellos paisajes, lleno de tradiciones y creencias.
 
Pero además, esta misteriosa isla atesora una reliquia arquitectónica única en el mundo, sus iglesias en madera, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el año 2.000.
 
De este conjunto de edificaciones construidas en el archipiélago situado en la zona Sur de Chile, las construcciones más antiguas todavía en pie datan de mediados del siglo XVIII y las más recientes, del primer tercio del siglo XX. 
 
La historia de estas iglesias parte con las misiones evangelizadoras de los jesuitas españoles a la Isla durante el siglo XVII.
 
Las iglesias de Chiloé constituyen un ejemplo único de la arquitectura religiosa en Latinoamérica. Además de ilustrar la riqueza cultural del archipiélago de Chiloé, estas iglesias atestiguan la lograda fusión de la cultura, las técnicas indígenas con las europeas, la perfecta armonización de su arquitectura con el paisaje y el entorno físico, además de la perdurable continuidad de los valores espirituales de las comunidades isleñas.

3. Ciudad minera de Sewell 

 

Foto: Wikipedia

Enclavada en plena cordillera de los Andes, en la ladera del Cerro Negro, 60 km al este de Rancagua, y a más de 2.000 metros de altitud, se ubica la ciudad de Sewell, un asentamiento minero que nació en 1905 cuando el norteamericano William Braden inicia la explotación industrial de la mina El Teniente, hecho que marcó los orígenes de la llamada gran minería del cobre en Chile.
 
Sewell es un ejemplo notable de las ciudades construidas por empresas industriales, que surgieron en muchos rincones apartados del planeta.
 
La fundación de la “Ciudad de las escaleras”, a una altura 2.140 msnm, se tradujo en un signo de esfuerzo por parte de sus más de 15.000 personas que llegó albergar este campamento en 1940, ya que sus habitantes debieron enfrentar las condiciones adversas de la ladera demasiado abrupta donde se sitúa y que no permite la circulación de vehí­culos con ruedas.
 
Tras su cierre, y con ello el traslado del pueblo en 1968 a Rancagua, Codelco inició en la década de 1990 un proceso de preservación y restauración de esta zona, labor que permitió que fuera declarada Monumento Nacional en 1998 y Sitio del Patrimonio Mundial de la Unesco en 2006.
 
Para conocer la ciudad minera de Sewell, se puede tomar un tour desde Santiago saliendo a las 8 a.m. y regresando el mismo día a las 8 p.m.

4. Qhapaq Ñan

 

Foto: Wikipedia

Entre los siglos XIV y XVI el Qhapaq Ñan fue el principal camino del Imperio Inca. Con sus 4.000 mil kilómetros desde Colombia hasta el sur de Chile, esta calzada andina puso en contacto a más de diez millones de habitantes del occidente de Sudamérica. 
 
Todos estos caminos se encontraban conectados a Cuzco, la capital del Tahuantinsuyo o imperio incaico, facilitaban su comunicación con los distintos pueblos anexados en el marco del proceso expansivo inca.
 
El camino del inca en Chile es un sistema de carreteras incrustadas en un paisaje único debido a las condiciones extremas en términos de aridez y altitud, lo que demuestra la voluntad y la necesidad del inca en ampliar sus tierras motivado, en el caso de Chile, por los recursos minerales.

5. Parque Nacional Rapa Nui 

 

Foto: Wikipedia

Rapa Nui –nombre indí­gena de la Isla de Pascua– ofrece el testimonio de un fenómeno cultural único en el mundo.
 
Asentada en esta isla hacia el año 300 d.C. Una sociedad de origen polinesio creó al margen de toda influencia externa, grandiosas formas arquitectónicas y esculturales dotadas de una gran fuerza, imaginación y originalidad.
 
Desde el siglo X al XVI, construyó santuarios y esculpió numerosos ”moai“, gigantescos personajes de piedra que forman un paisaje cultural inigualable y fascinan hoy al mundo entero.

6. Oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura

Foto: Wikipedia
 
Las oficinas de Humberstone y Santa Laura cuentan con un total de 200 lugares de extracción del salitre, donde trabajadores llegados de Chile, Perú y Bolivia vivieron agrupados en campamentos de las compañías mineras.
 
Aquí forjaron la cultura comunitaria específica de los pampinos, caracterizada por su creatividad, la riqueza de su expresión lingüística, los vínculos solidarios entre sus miembros y su lucha precursora por la justicia social, que dejaría una honda huella en la historia de los movimientos sociales. 
 
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