Hay algo que acompaña la época de vacaciones y es esa libertad casi atrevida de probar todas las delicias que se nos pasan por el frente sin ningún tipo de reparos o remordimientos. Si viajas por Chile, dale rienda suelta a esos impulsos y no te quedes sin probar estos exquisitos postres.

1. Chilenitos

Son muy similares a los alfajores pero tienen su particularidad: son más pequeños, están bañados en merengue, chocolate o azúcar flor (pulverizada), y son fáciles de preparar. 
 
Tradicionalmente, este postre era muy consumido en septiembre durante las fiestas patrias y también se rellenaba con mermeladas, pero ahora se puede encontrar en cualquier época del año y generalmente relleno de manjar o dulce de leche. Es muy común que durante los viajes familiares o de amigos los chilenitos sean el principal acompañante, así que como dice el dicho “Donde fueres haz lo que vieres”

2. Picarones

Aunque no se ven precisamente saludables, ciertamente provocan a cualquiera cuando se siente el aroma de la miel de chancaca (panela), cáscara de naranja y clavo de olor que los acompaña. 
 
Estas masas en formas de anillo se preparan con harina de trigo, zapallo, levadura y un poco de azúcar, para luego ser freídas y bañadas por esta deliciosa salsa dulce cuya base es el jugo de caña de azúcar solidificado. Los picarones se sirven calientes, a la hora del “las once” que en Chile es la media tarde y acompañados de bebidas calientes como té.

3. Pan de pascua

Este postre es tradicional de la época de Navidad y Año Nuevo y consiste en una especie de masa dulce y esponjosa, parecida al bizcocho, que se mezcla con jengibre, miel, frutas confitadas y nueces o almendras. 
 
Su origen es eminentemente europeo, pero en Chile lleva ya más de un siglo siendo parte de las costumbres familiares y se ha adaptado a los gustos nacionales. Sin embargo, y como pasa con la mayoría de recetas típicas, se va perdiendo la costumbre de prepararlo en casa y cada vez es más común que se compre en los supermercados, así que si no encuentras un pan de pascua casero, intenta probarlo en alguna panadería donde te sirvan uno fresco y muy tradicional. 

4. Leche nevada

Un clásico de la repostería chilena y muy fácil de preparar, debe su nombre al aspecto que le da el merengue que flota sobre una porción de leche endulzada y espesada con otras delicias. 
Foto: Dulcinea
 
Estas delicias son vainilla, azúcar, maicena y canela, aunque en algunos casos le ponen ingredientes adicionales (como leche condensada, zumos de frutas, leche de almendras, etc.) que la hacen aún más rica. El merengue es el típico casero y éste también le da el toque especial, que por su aspecto también ha inspirado otro nombre para este postre: Islas flotantes. Lo puedes encontrar caliente o frío y es muy tradicional en la época de invierno.

5. Torta curicana 

Este pastel nació en la ciudad de Curicó, en la zona central de Chile, y su origen se remonta a la apertura del tramo del ferrocarril hasta Santiago. 
En ese entonces, hace más de un siglo, una señora llamada Cristobalina Montero vendía postres en la estación del tren y la torta curicana era uno de sus productos. Los viajeros la llevaban para consumirla durante el viaje y el éxito de las preparaciones de la Sra. Montero la llevó a tener una fábrica que posteriormente comercializó varias de sus delicias a todo el país. Este pastel sigue siendo uno de los productos principales, con cinco sabores diferentes (manjar, manjar almendras, manjar nuez, manjar naranja y alcayota) y en varios tamaños, aunque ya se encuentran preparaciones caseras, en pastelerías y restaurantes.  

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